Cincuenta y siete animales, entre borregos, capones y ovejas, fueron descuartizados por un grupo de canes en un establecimiento ganadero de la localidad chubutense. Les rajaron el cuero y hurgaron hasta las vísceras, dejando otros cuatro heridos de máxima gravedad. El salvaje ataque sucedió entre la tarde del miércoles y la noche del jueves y las pérdidas superan el medio millón.
Los vecinos de Lago Blanco ya pueden dormir tranquilos. La policía de Chubut atrapó a los responsables de una doble matanza de lanares que afectó a productores rurales de la zona en la última semana. Se sabe que los canes, cuyo dueño es residente del tranquilo pueblo, descuartizaron a 32 ovejas en un día y ayer volvieron a atacar.

De acuerdo a lo narrado, mataron un total de 57 animales, entre borregos, capones y ovejas, dejando a cuatro ejemplares agonizando en el campo, que debido a su delicado estado de salud fueron sacrificados por la Policía de un disparo en la cabeza.
El hecho se descubrió sobre el final de la tarde del jueves, cuando los arreadores se disponían a tropear la ascienda de un campo a otro. Al recibir la novedad, el personal de la Policía Montada de Lago Blanco, se dirigió al establecimiento ganadero “Los Ñires”, donde constató el desastre.
Según indicaron fuentes policiales, el propietario del rebaño realizó una denuncia penal por matanza masiva de animales, en tanto que los perros pudieron ser capturados por la Policía. Resta saber la disposición de la fiscalía con respecto a los canes. Desde la Comisaría de Lago Blanco estiman una pérdida superior al medio millón.